martes, 25 de octubre de 2011

Irlanda. Pais de risas.


No sólo por la animación de sus noches, ni sus pubs con música y cerveza, ni por que sus Hombres, sean los mas guapos que yo haya visto nunca.
La gente va sonriendo a todas partes, a veces, es una medio sonrisa de esas, que no sabes si están disimulando mientras se ríen de ti, o tienen el pensamiento entretenido en sus cosas.
La anécdota  a destacar de este viaje, es que sin tener mucha idea de ingles, por no decir ninguna, fuimos al museo pictórico de la ciudad, a veces tengo una vena casi culta, que echa para atrás del tufo.
Pues bien, el museo es un lio, lo primero que se ve es la cafetería, si es que son...,  nos pareció, incluso bien, pero nosotros además, teníamos el antojo de ver cuadros.

Durante veinte minutos dimos vueltas, por los pasillos, comprobamos que todos daban a la cafetería, pero por fin llego un señor, que se acerco a nosotros, empezó a hablar con ese acento ingles que tienen ellos, profundo y musical. Por supuesto, yo estuve a la altura, y gesticulando como un mono, le enseñe mi guia del top10. El hombre me miro, nos miro, miro la guia. Y nos hizo un recorrido completo por el museo, incluyendo algunas obras maravillosas, que no se incluían en la guia.

Cuando nos marchamos, después de haber intercambiado frases tan profundas, como,it raining very much, eh?? o de análoga naturaleza, nos entregó una tarjeta, donde aparecía un nombre, y un cargo. El de Director del Museo.

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