El pensamiento se mueve dentro de nosotros, haciéndonos girar los ojos, sonreír, a veces, incluso el pensamiento nos deja ausente del mundo que nos rodea.
Como en esta foto, cuando el pensamiento es tan intenso, este se adelanta a nosotros mismos, para dejar de ser una sombra pegada a nuestros pies y nuestra consciencia, para ser una fuerza que tira de nosotros hacia lo desconocido.
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