viernes, 26 de octubre de 2012

De niños, perros y gatos...

Todos tenemos algún amigo con una de estas tres especies en su poder, yo pertenezco al segundo grupo.
 
Lo que nadie nos dijo es que perderíamos las amistades por tener niños o mascotas, cuando tus amigos tienen hijos, te encanta ir a verlos, y pensar que rico, voy a ser su tita putativa, pero luego viene, el no puedes fumar cerca del niño, no le beses a menos que sepas que estas en perfecto estado de salud, que casi tienes que hacerte un chequeo medico para poder besar al pequeñajo.
 
Pero es que luego el pequeñajo crece...
Y te visitan a ti, porque desde que tienen al niño salen poco, y el mocoso, empieza a toquetear los libros, los cds, las figuritas, el ordenador, y los amigos, le gritan sin mover una pestaña...
 
- DEJA ESO QUE COMO ME LEVANTE...
 
Que te dan ganas de decir, dejalo ya me levanto yo y le parto la cara... pero como son amigos, pues eso, te callas.
 
Después están los perros, yo tengo un yorshire que para mi es gloria bendita, que si nos referimos al apartado interior, le tengo que tener siempre en brazos a menos que quiera que pierda alguna pata u oreja, porque corre mucho, pero no tanto.
 
Bueno, pues yo tengo una amiga con animalofobía, y cada vez que viene a verme tengo que poner a mi animalito en la terraza, y estoy valorando, si realmente quiero tanto a mi amiga....
 
A mi me parece maravilloso, pero reconozco que es un pesao y un macarra, supongo que se parece a su dueña. (T. no te enfades, que son amores distintos, y no te voy a dejar por eso...)




Luego están los gatos.
 
Cuando vas a casa de alguien con gato, esté primero te estudia de arriba abajo, si tratas de acariciarlo, te bufa, pero en cuanto te sientas, se planta encima, eso no quiere decir que puedas acariciarlo, ojo, porque como te muevas por cualquier razón, generalmente porque se te duermen las piernas, te mira y te bufa, como diciendo, si al final la vamos a liar...




Compensar, compensa, pero que difícil que hacen lo de socializar con otros...

3 comentarios:

Lydia Leyte dijo...

Me gustan los perros (al mío no lo pisan porque es un monstruo de 37 kg), los gatos y los niños. En este orden. El problema es que consideramos a los niños "especie protegida" como el lince ibérico. Y después, cuando salen al "territorio Comanche" y se tiene que enfrentar a la vida (esa tan dura y real como la vida misma, sufren un auténtico choque. Tal vez deberíamos tratarlos con más naturalidad.

Lury Margud dijo...

Desde luego, hay que dar gracias de que sean especie protegida, o estaria en prsión por infanticida, un sobrino puttivo, me vacio dentro de un bolso " bueno" medio bote de fayry, y estaba lavándolo cuando le sorprendimos, después de unos minutos de silencio...

Lydia Leyte dijo...

Sí, es cierto, llegan a hacer cosas asombrosas. De antología, vamos.