Han tenido que llevar a la muerte a una mujer para que la gente reacciones, que tiene esta muerte que no tuviera las otras tres anteriores... la cercanía, eso creo.
La pobreza es alienante, lo que enrosca al pobre en su problema, se enreda como un gusano de seda, aislándose de todo lo demás, y nosotros, los demás, podemos vivir mirando sin ver,es más cómodo y nos hace la vida más fácil.
Pero cuando en el caso de Amaya, la mujer que se suicido en Euskadi, era conocida, por vecinos y políticos, eran personas comunes, "normales", como tú y yo, joven, con trabajo.
La rueda inamovible de los tanques bancarios, avanzan inexorables masacrando la esperanza, y cuando esta se pierde, ¿Que queda?
Cuando empiecen a morir, personas normales, cercanas, amigas por falta de sanidad, por falta de recursos, nos tiraremos a la calle, ¿Desde el balcón o desde la indignación?
2 comentarios:
Así coméntó el juez que fue a levantar el cadáver: gente normal, como cualquiera de nosotros. perder tu casa, verte en la calle, es lo peor que te puede pasar, mucho peor que el hambre.
Lo peor de verse en la calle, imagino que debe ser la muerte de toda esperanza... imaginarlo me hiela la sangre
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