domingo, 3 de junio de 2012

Soy un perroflauta

Este es mi modesto homenaje a  todos aquellos que de una forma u otra han protestado, de la forma que saben o pueden.

Nos estamos quedando en los huesos mientras otros engordan con nuestro sacrificio, pero si alguien alza la voz, pidiendo el mantenimiento del sistema de bienestar a costa de menos chupopteros, pidiendo la reducción de cargos políticos,  senadores, diputados nacionales o autonómicos. Pidiendo unos artículos de nada en el código penal, donde el que se lo lleve, lo devuelva, y se envuelva en un traje de rayas, donde por una cuestión de estilo, los hermanos, cuñados, y demás parentela de los cargos políticos no puedan, ni deban ocupar sillones que adornen despachos de consejeros que dependan en mayor o menor medida de los presupuestos generales del estado.

Todos estos que se lo llevan en raciones individuales  o en formato familiar, han apodado a los que protestan como perros flauta. (Antes ya habían empezado a señalar que eran sucios, zarrapastrosos, fracasados escolares y profesionales, que querían un estado de bienestar para seguir amamantándose de la madre estado)

Yo no tengo edad para acampar en Sol, ni en Marte, pero me he comprado una flauta...

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