En nuestro país, España, hoy entra en vigor una ley que deja fuera de la sanidad a un montón de personas, personas enfermas, de lo contrario, les importaría un pie y medio quedar fuera de la sanidad.
Pero en Siria, a unos miles de kilómetros de aquí, hay una guerra. Hablo de Siria, pero las guerras o los conflictos armados están más o menos extendidos por todo el mundo, o por gran parte del tercer mundo.
¿Que diferencia hay entre una bomba que despedaza cuerpos humanos en un pis pas, que un arma química que los mata de enfermedades inducidas? ¿Es que la ONU paga la sanidad en el tercer mundo?
En la historia, las guerras servían para dos cosas, para estabilizar la población, se hace una guerra y ya estamos los justos, o para cambiar las cosas, revolución francesa, americana, etc...
Las de ahora, ¿Para que sirven? ¿A quienes les sirven los muertos o los heridos?
Existe un poema, que todos deberíamos interiorizar en el alma, para no olvidar que las personas, son eso personas, estamos "cosificando" a las personas en roles, en ideas, en cualquier objeto carente de humanidad para inmunizarnos del dolor ajeno.
Don Cesar Vallejo.
Al fin de la batalla,
y muero el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo; "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo
Al fin de la batalla,
y muero el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo; "¡No mueras, te amo tanto!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo
Se le acercaron dos y repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo
Acudieron a él veinte, cien,mil, quinientos mil,
clamando "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo
Acudieron a él veinte, cien,mil, quinientos mil,
clamando "¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "¡Quédate hermano!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente
abrazó al primer hombre; echóse a andar...
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