Ayer mientras trababa de coger el sueño, empecé a pensar en todas las cosas que quiero y no puedo tener, y se me ocurrió la solución mas fácil y sensata: Vender mi alma al diablo.
Después de reflexionar seriamente sobre el asunto, no acabe de asimilar el concepto de alma inmortal, pero al parecer si hay un comprador, es que lo que sea que se venda, vale algo. ¿No?
Como muchos sabéis trabajo en la rama jurídica y además, he visto muchas películas... y mirando al vacío con gran concentración, empecé a redactar las clausulas.. Una cosa es dar mi alma y otra hacer lo que el diablo quiera, esto es... no me importa hacer cosas que no me importe hacer, pero matar gente, sacrificar animales, bañarme desnuda en mitad de un bosque... esto lo haría, pero tendría que darme a cambio de mi alma, un cuerpo escultural, con el que llevo puesto me daría vergüenza semejante exhibición..Y claro no voy a vender mi alma por un cuerpo escultural con tanta clínica de estética....
Lo cierto, es que no se si me quede dormida con esta copla, o me visitó realmente el demonio, pero recuerdo claramente que me dijo, que desistiera de intentar venderle mi alma de una vez, por dos razones:
Primero, porque lo de las almas fue un capricho pasajero, y ya no hace caso a las que tiene... y segundo, porque la mía, fue la primera que compró, cuando yo era una serpiente en un lugar llamado Edén.
En fin, espero que vuelva otra noche con el contrato, para que pueda revisarlo...
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