Si os suena el citado nombre. Chiton. Si no os suena, os dire que es un personaje, del siglo pasado, que amenizo la infancia de algunas personas, mucho mayores que yo. Pero mucho, mucho.
Como él, he decidido contaros mis experiencias viajeras a lo largo y ancho de este mundo.
Esto va a ser mejor que ver el video de boda de un amigo, no mucho mejor, pero mejor.
Antes de iniciar esta peculiar singladura por el mundo de los aromas, las sensaciones y las sorpresas que pretendo compartir con vosotros, debo hacer una terrible confesión. No me gusta viajar.
Odio esperar en los aeropuertos, los largos trayectos en tren, los autobuses, dada mi altura, mis rodillas acaban amoratadas despues de varias horas de trayecto, de rozamiento constante con el asiento delantero.
Pero todo, todo, compensa cuando llegas al destino. Casi siempre. Como en la vida y en los sueños.
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