Una ciudad fortaleza, que en tiempos fue una ciudad estado. Una guerra reciente ha dejado su huella en toda la costa del mar Adriático. Afortunadamente, no queda ninguna señal visible del dolor y del horror.
Han recompuesto sus calles y, aparentemente, sus corazones. Quizás los chinos tengan razón cuando dicen que sonreír no da la alegría, pero te acostumbra a estar contento.
1 comentario:
Estuve en Dubrovnik en Octubre de 1.973, ya ha llovido un poco desde entonces, y allí más que llover. Estuve visitando un país y ahora, sin haber vuelto, resulta que estuve en tres; pero eso es culpa de una desgraciada historia.
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