Creo haber comentado con anterioridad que mi nivel de ingles es bastante penoso. En este viaje, mis acompañantes tenían un nivel parecido al mio. Eso no nos impidió ir a la oficina de turismo, y contratar una excusión a Glendalough, un sitio precioso.
El trayecto desde Dublin fueron dos horas aproximadamente, el conductor y showman, que se daba un aire a John Wayne en sus mejores tiempos de pistolero, iba comentando... algo...cosas, durante todo el trayecto, debían ser incluso graciosas porque de vez en cuando se oían unas risas generalizadas.
Como nosotros no entendíamos "el chiste", empezaron a mirarnos raro, así que decidimos reírnos con ellos, solo que a destiempo, supusieron, con razón que eramos un poco retardados.
En el Castillo de Malahide, dicen que hay un fantasma, que aparece cuando algo malo le va a suceder a la familia propietaria, incluso tiene una puerta de uso propio en el salón familiar. A pesar de nuestra visita, el fantasma continuo ausente, nos esforzamos mucho en no causar problemas, claro que eso fue debido a que una señora con aspecto de rotenmeller, nos acompaño en todo el recorrido, no dejandonos hacer fotos, ni tocar nada...
1 comentario:
¡¡Qué precioso! Yo quiero irrrrrrr...
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