Una sombra negra como la muerte, apareció ante Don Álvaro, una forma semejante a un ser humano, podía ver la silueta de la aparición sobresaliendo entre la oscuridad.
. ¿Vienes a por mí?.- preguntó desde el suelo el caballero.
. ¿Para qué querría un hombre roto? .- dijo la voz de trueno. – Vengo por algo que es mío, algo que tomaste a la fuerza.
. Todo lo que tengo, lo tome a la fuerza. ¿Qué es lo que te quite a ti?
. El libro de los muertos.
. No está en mi poder..
. Lo sé.- dijo interrumpiéndole.
Otro rayo de luz blanca se estremeció en el cielo tratando de alcanzar con sus dedos los límites de la oscuridad.
. Si lo sabes, ¿Qué quieres de mí?
. Tu buen señor, ha empezado a utilizar el libro y a invocar a las sombras, almas que me pertenecen. Quiero que lo recuperes.
. ¿Cómo podría hacerlo?. Si pensáis que su excelencia me lo dará sólo porque se lo pida, es que sois un incauto. Utilizar vuestras mañas y vuestra magia poderosa para haceros con él.
. ¿Pensáis que tengo una magia poderosa?
. Habéis descabalgado de un relámpago, mis ojos ven cuando uno de ellos no está, y estoy apoyando una mano que no tengo para mantener el equilibrio. O sois un mago poderoso, o estoy muerto. Si este es el caso, llevadme al infierno.
. Soy poderoso, pero no puedo acercarme al libro. Conseguidlo para mí y no habrá dolor en vuestra vida, estaréis completo de nuevo, gozando de vuestras tierras, incluso puedo prometeros un heredero para vuestro nombre.
(Continuara…)
1 comentario:
uy, uy, uy. ¡La tercera y última entrega, Lury, por Dios!
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